“Tú estás en la acera del frente, yo te
miro y no sé qué hacer, el corazón me palpita fuerte, pero te sigo mirando… te
das la vueltas y desde lo lejos tus ojos se clavan en mi mirada, yo no puedo
apartarla, y tu sonrisa me calma… me saludas y yo como una idiota me quedo
inmóvil… apartas la mirada para cruzar la calle, no sé si prefería que me
miraras a lo lejos o que te acercaras, mi corazón ruje desesperado y nervioso,
y tú sueltas un “hola” muy decidido… y después lo intento pero me sale una voz
que ni yo misma conocía, tartamudearte, nerviosa, miedosa… te acercas a darme
dos besos y yo me quedo perpleja, e intento no sonrojarme… vuelves a sonreírme
con tu cara de niño, y vuelves a mis ojos clavando tú color verde… te echas una
mano a la cabeza y por un momento te siento más nervioso, tu voz se agrieta, y
me siento más protegida y confiada, y entonces me atrevo a lanzarte una
sonrisa, una mirada y de repente me abrazas… estoy confusa, no entiendo tu
abrazo, pero si siento tu latido en mi pecho, un palpito rápido de emociones
que hasta yo sentía, éramos uno… siento como tu mano toca mi pelo, y sin querer
desprendo una lágrima, noto como baja, se desliza sobre mi mejilla… sin decir
palabra te separas y yo intento secarla… tu dedos abrazan mi nuca y mi mirada
pasa del suelo a tus ojos, a tu nariz, tus labios, tan cerca de los míos que ni
siquiera respiraba…tus dedos pasean mi nuca, y mi piel de gallina, mis brazos
paralelos a mi cuerpo, inmóvil y rígida frente a un cuerpo lleno de vida… bajo
la mirada, me da vergüenza, pero tú, con tus manos levantas mi cabeza, me miras
y sonríes, con una sonrisa nunca vista… me atrevo a poner las manos en tu
espalda… me besas… nos besamos… te abrazo… nos abrazamos… no puedo parar, mis
ojos lloran, no sé por qué, de felicidad, amor, tu amor… sonríes mientras me
besas y sin apartar tus labios de los míos dices Te Quiero… te apartas y me sigues sonriendo, vuelves otra vez a
cruzar la calle y con un gesto con la mano me dices adiós, y deletreando con la
boca te sale un Te-Quie-ro… mis
labios sonríen mientras te ven ir, y lo que me ha parecido dos horas han sido
unos escasos segundos que sin duda repetiría”… ¿Cómo puede ser que me monte
tanto cuento solo por ti? ¿Por qué te quiero tanto? ¿Por qué a ti? Intento
evitarlo pero mis sueños parecen más la realidad que la realidad en sí, quiero
que me quieras, quiero que todo sea realidad, que tu amor exista, que tu mirada
me mire, que tu sonrisa llene de alegría mi cuerpo y que tus labios me besen, y
no parar de hacerlo… ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario