domingo, 7 de octubre de 2012

VUELVO A PENSARTE (no te he olvidado)


No sé cómo, pero has vuelto a mi vida. Mis sentimientos parecían haberme abandonado. Pero no. Me he dado cuenta de que, por más que creyera haberte olvidado, no ha sido así. Creía que te habías ido, creía que ya no te sentía pero lo que no sentía era mi corazón; mi corazón no latía. Yo ni siquiera lo sabía hasta que te vi, hasta que te volví a ver. Un remolino intenso de sentimientos alborotaba mi pecho; mi corazón volvió a latir, volví a existir. Cada pedacito de este pequeño musculo recordó todo aquello por lo que un día soñé, por lo que nunca dejé de soñar y me hizo volver a sentir, sentir que todavía te sigo queriendo. Me encanta volver a escuchar esa música que se forma dentro de mí, todo gracias a ti. Me estaba engañando ¿cómo he podido estar tanto tiempo intentando olvidarme de ti si en realidad nunca lo he hecho? Nunca he querido borrarte de mi mente. Tú fuiste el único que dio vida a este pequeño saco de venas que me hace seguir; seguir por algo que nunca tendré. Pero sonrío; sonrío porque, ahora, cada vez que mi mano toca mi pecho ese “boom, boom” que nace dentro de mí es tuyo. El recuerdo de solo haberte visto me provoca una sonrisa que solo tú sabes sacarme.

Sé que no haces nada, solo eres tú, pero el hecho de ser tú es lo que me hace apreciarte. Cuando te acercas mi corazón se enciende, va a mil por segundo. Volver a sentir tus labios en mis mejillas, volver a ver esa sonrisa que nunca cambia aunque el tiempo pase. Volví a experimentar lo que una vez hace mucho tiempo me hizo ser yo; me forjó como persona. Tú eres la causa de los cambios que he producido en mi vida desde que te conocí. Y sí, intenté olvidarte, pero en eso se quedó; en un intento. Jamás volveré a intentarlo, se que la vida me unió a ti, aunque no sea para nada, pero te conocí, y eso ya es mucho para mí. Sé que nunca me querrás aunque se supone que hay que tener esperanzas, pero yo ya lo tengo claro, no te preocupes, no hace falta que me quieras, solo sé feliz.

Solo necesito desahogarme porque nunca te podré decir a la cara todo lo que siento, ya que soy una cobarde y me escondo detrás de cada palabra que escribo para que nadie sepa que esto va exclusivamente dirigido a ti. A aquella persona que con solo mirarme me hace sonreír, que hace que la cuerda floja por la que vaga mi corazón se tense, haga un lazo y mi vida quede atada a tu sonrisa, arrastrando así la pena que llevo dentro y que escondo detrás de cada suspiro que sale de mi boca. Puede que esté encerrando a mi corazón; con el paso del tiempo le he ido metiendo en una caja cada vez más pequeña. Viniste tú, de nuevo y mi corazón estalló se deshizo de la caja y ahora está sin protección. Nada más quería eso, proteger lo que más quiero. No quiero sufrir pero ni siquiera me daba cuenta de que ya estaba sufriendo. ¡Libre! Eso es lo que intentaba decirme mi corazón; que sin ti, no era nada, que sin ti, la libertad no existía. Por unos instantes creí que era mentira, ahora me doy cuenta que yo no soy nada si no te quiero. No sé cómo he podido estar tanto tiempo sin oír tu risa, sin contemplar esos ojos que todavía siento dentro de mi retina y que cuando sueño, te veo y que cuando me despierto vuelvo a cerrar los ojos y te imagino, te pienso, te siento tan cerca que hay veces que me asusto; me asusto porque nunca te he tenido tan cerca.

A mi lado, sí, eso es lo que quiero. Sé que es difícil pero lo pienso, lo sueño, y lo vuelvo a pensar. No puedo remedarlo: Te Quiero. Has cambiado pero sigues siendo el mismo chico que conocí. Esa personalidad que te hace tan especial. Esa niñez que va madurando por momentos. Ya no soy tonterías, ni lo eran pero siempre es diferente querer en los primeros momentos que cuando ya se ha forjado una base de pensamientos, crecemos, nos damos más cuenta de las cosas, de que sencillamente no hay que perder el tiempo. Y no es que antes te quisiese menos, pero es que cada día te quiero más. Siempre voy a quererte un poquito más que ayer. Y es que no sabes las ganas que me entran de ponerte un comentario en tu tablón. O, ahora, vuelvo a buscarte para ver si estás conectado y, aunque no te hable, no me faltan ganas de hacerlo. Pero por más ganas que tenga siempre está el “¿qué pensará? ¿Qué dirá?” y no puedo, el alma se me cae al suelo. Tanto tiempo sin hablar, sin saber qué piensas; se me retuerce el estomago de no formar parte de tu vida. Solo soy un recuerdo, una vieja amiga con la que una vez te lo pasaste bien, recuerdos que se quedan sepultados detrás de todos tus otros recuerdos que después vinieron, en los que yo no estoy. Al menos sé que eres feliz o eso aparentas, aunque yo creo que siempre lo has sido. Habrás tenido baches como todo el mundo pero tú siempre te has levantado de la mejor manera; sonriendo, apoyándote en tus amigos, esos que siempre están a tu lado. Te admiro. Yo siempre me escondo en la soledad y tú en cambio buscas siempre el apoyo que necesitas para seguir. Ojalá yo pudiera hacer eso. ¿Cómo podemos ser tan diferentes y, aun así, te quiero tanto? ©

Quiero que me abraces, que me beses, que me susurres al oído palabras que jamás olvidaré y vivir en un sueño que la misma realidad se ha inventado. Imposible; lo sé. Ni siquiera vivo en la realidad; lo que es sueño creo que es realidad y lo que es realidad me parece un sueño. Es posible que jamás te bese, que jamás te abrace, que jamás me quieras pero lo que nunca me van a quitar son mis sueños; esa meta que nunca llegaré a alcanzar, esos labios que nunca besaré, ese abrazo que jamás sentiré, esas palabras que nunca escucharé pero que en mis sueños siempre guardaré porque eres importante aunque tú no lo sepas: Te Quiero©

Quiero vivir momentos inolvidables a tu lado, porque contigo la vida es mejor…©

A tu lado; siempre aunque sea dentro de mi corazón©
 
Nunca te olvidaré
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario